¿Cómo
enfrentarse de nuevo a una página en blanco? Hace tanto que no
escribo, desde mediados de mayo, que este momento se ha ido alargando
y posponiendo, alimentado por esa razón estúpida de que "hace
tanto tiempo que no escribo que ya se me habrá olvidado hacerlo..."
y así cada día le sumo una marca más al calendario, y cada vez el
tiempo sin escribir es mas , y ... en fin, la pescadilla que se
muerde la cola.
¡Ah,
y la pereza...! esa mala amiga y compañera de camino a la que le
gusta zancadillearme (aunque bien que me dejo).
Pero
necesito escribir, y en gran parte porque se de buena tinta que hay
gente, amigos, que están esperando que vuelva por mis fueros. Y
retomo el blog por ese afán de contentar a los demas y por ese
sentimiento egoista de saberme observado y esperado.
Pero
no sería de justicia decir que lo hago solo por los demás, así que
dejaremos la ecuación en dos tercios de sentimiento egoísta y un
tercio de motivaciones personales.
¿...Y
como continúo después de 7 meses sin escribir? ¿qué puedo contar?
Pues hablaré de una fecha especial que se cumplió hace menos de cinco
días y que significa mucho para mi... a pesar de que tuvieron que
recordármela. Pero que me ha hecho querer ponerme de nuevo frente al
teclado para contarla.
Hace
cinco años (lo pienso y me asombro de lo rápido que corre el
tiempo) exactamente el 2 de Diciembre de 2007, y tras un encierro
forzoso de 11 meses por motivos de salud, me reencontré con mis
amigos en una noche de fiesta. Bares, musica, risas, cariño, emoción
por volvernos a ver... Fueron tantos los sentimientos que evoco de
aquella noche, que recuerdo fría por el clima, pero muy cálida a la
vez al sentirme tan arropado por mi gente...
Esa
noche fue un nuevo comienzo, y si lo pienso bien creo que en estos 5
años he vivido tantas cosas como en una vida entera. Ha entrado
gente nueva en mi vida, he conocido a las parejas que mis amigos
encontraron durante mi “paréntesis”, pues la vida no se detiene,
y por suerte he podido ver como se casaban e incluso algunas tenían
hijos. He vuelto a trabajar, tanto en cosas que me dan igual y que
hago solo por dinero como en cosas que me apasionan: dibujar y
enseñar lo que sé de este arte. He discutido, me he reconciliado,
he amado, he odiado, me han roto el corazón, he visto mis límites y
en ocasiones los he superado. He descubierto nuevas aficiones (como
esta, escribir), he tenido buenas y malas rachas, he cantado hasta
quedarme ronco, he reído y he llorado, y a veces he llorado de la
risa; he dejado cosas a medias y otras las he exprimido hasta la
última gota. He sido un santo y un hijoputa. A veces he vivido solo
porque la corriente me arrastraba, y otras degustando cada segundo.
Así
que hace 5 años volví a nacer, y he vivido en este tiempo millones
de experiencias. Como para una vida entera.. Pero eso no quiere decir
que ya no quede nada por vivir. Aún queda mucho por hacer.
Por
ejemplo, debo encontrar a la mujer del vestido blanco... de quien os
hablaré en otra ocasión.
Gracias
por leerme, amigo, amiga. Y si has compartido algun rato conmigo en
estos 5 años... multiplica las gracias por las sonrisas y suma todo
mi cariño.
Nos
vemos pronto.